Hamas-Unrwa: un equipo encubierto

Desde 2015. UN Watch, una ONG que monitorea el sistema de la ONU, expuso 150 páginas de Facebook del personal de la Unrwa con contenido antisemita.

La agencia de la ONU para ayudar a los gazatíes tiene 1.200 empleados conectados a Hamas o a la Jihad Islámica y 6 mil poseen familiares que mantienen lazos con grupos terroristas.

Julián Schvindlerman*

Hoy 04:07

El escándalo es de envergadura: empleados de una agencia de las Naciones Unidas participaron del ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre pasado.

Según un informe de la inteligencia israelí presentado a países donantes de Unrwa (United Nations Reliefs and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East, traducido al español Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo) y replicado en importantes medios de prensa, de los 12.000 empleados del organismo, doce jugaron un papel en la masacre. 

De ellos, unos 1.200 están conectados al Movimiento de Resistencia Islámico Hamás o a la Jihad Islámica Palestina, y cerca de 6 mil tienen parientes cercanos que mantienen lazos oficiales con grupos terroristas de la Franja de Gaza. Conforme indicó el reporte israelí, empleados de Unrwa integraron la horda de atacantes que asesinaron y secuestraron israelíes, obtuvieron armas para los terroristas y asistieron en la logística de la operación. Uno de ellos, incluso se sacó una foto con una rehén en Gaza. 

En rápida sucesión, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá, Australia, Finlandia, Italia, Francia, Japón, Austria, Estonia, Países Bajos y Rumania anunciaron suspensiones de financiación a la agencia. 

Esta información sintoniza con un informe de enero de 2024 de UN Watch, una ONG suiza dedicada a monitorear al sistema de las Naciones Unidas, que expuso que treinta empleados de Unrwa celebraron la masacre del 7 de octubre y apoyaron el terrorismo de Hamás en un grupo de Telegram, que reúne a tres mil maestros de esta agencia de la ONU. 

UN Watch los identificó por su nombre y presentó las citas referidas a los israelíes, tales como “mátenlos uno por uno”, “no dejen (vivo) a ninguno atrás”, “Oh, Alá, pártelos al medio”, “Oh, cuánto odio a los judíos”, “El tiempo de Israel se acabó”, así como alabanzas para los jihadistas, del tipo “Que Alá los proteja y guíe su puntería”. 

Desde 2015, UN Watch ha expuesto más de 150 páginas de Facebook del personal de la Unrwa con contenido antisemita. El involucramiento del staff armoniza con un reporte de noviembre de 2023 de Impact-se, una organización con sedes en Inglaterra e Israel, que analiza la educación en todo el mundo, que concluyó que el plan de estudios que se imparte en las escuelas de Unrwa es profundamente antisionista, judeófobo y filojihadista. 

Antes del ataque de Hamás, Impact-se identificó a más de cien empleados de la Unrwa que promovían odio y violencia contra los israelíes en las redes sociales. Tras la incursión sangrienta, recopiló declaraciones de más de una docena de sus empleados que aplaudieron las atrocidades. 

El inicio. Unrwa fue creada para atender las necesidades de cerca de 700 mil palestinos convertidos en refugiados, por la agresión árabe contra Israel en 1948. Actualmente se ocupa de cuidar a toda su descendencia: más de cinco millones de palestinos en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén oriental, así como en el Líbano, Jordania y Siria. La vasta mayoría de su staff, que ronda los treinta mil empleados, es palestina y proporciona educación a casi 545 mil niños en sus escuelas. El daño educativo que este plantel está ocasionando no puede minimizarse y, de hecho, Israel lleva un largo tiempo alertando sobre el contenido odioso de estos planes de estudio.

Aunque toda esta información puede resultar perturbadora, no debería sorprender a quien haya estado prestando atención a la conducta de esta agencia de la ONU durante las últimas décadas. Unrwa sigue las directrices de la lista consolidada de grupos e individuos terroristas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que no designa a Hamás como organización terrorista. Esto le ha permitido a la agencia contratar personal indeseable. 

En 2017 la ONU se vio forzada a echar al líder del sindicato de Unrwa luego de que Israel denunció que él había sido incorporado al liderazgo top de Hamás. Ya se probó que combatientes de Hamás han disparado cohetes desde instalaciones de la Unrwa, donde además han almacenado armas y han ubicado túneles debajo de ellas.

Esta situación, ya deplorable, expone también una conexión inquietante entre esta agencia problemática de la ONU con los procedimientos por la causa de genocidio que inició Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia en La Haya. Tal como observó Naftali Balanson, director de operaciones de NGO Monitor, un think tank israelí que observa globalmente el sesgo de las ONGs, trece notas al pie de página en la petición de Sudáfrica citan a Unrwa como fuente de apoyo para su afirmación de que los israelíes están cometiendo un genocidio contra los palestinos en Gaza. En otras palabras, parte de la argumentación legal sudafricana se basa en propaganda suministrada por Hamás. 

Unrwa dijo que al menos 152 empleados suyos murieron en esta guerra. El Ministerio de Salud de Gaza provee las cifras que indican la cantidad de muertos totales allí (sin distinguir entre combatientes y civiles), y que también constituye información de base para la acusación sudafricana. Como ambas instituciones son controladas por Hamás, extraoficialmente en el primer caso y oficialmente en el segundo, emerge un interrogante válido acerca de este juicio infundado.

La imagen de la agencia de socorro de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos está hecha trizas. Al haber aceptado la Corte Internacional de Justicia como admisible el planteo acusatorio sudafricano, la ONU va camino a estropear su credibilidad institucional aún más todavía.

*Profesor titular en la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad de Palermo. Miembro de Profesores Republicanos y del Foro Argentino Contra el Antisemitismo.

Fuente: https://www.perfil.com/noticias/elobservador/hamas-unrwa-un-equipo-encubierto.phtml