La gran lección del beisbolista Sandy Koufax en Yom Kippur

Daniel Suchar Zomer daniel.suchar@hotmail.com | Martes 04 octubre, 2022

Daniel Suchar Zomer, PhD

Analista Financiero. Profesor Universitario.

daniel.suchar@hotmail.com

Original de: Marcus Grunfled (www.anajnu.cl) en colaboración de www.BeisbolVenezolano.net

Bajo el calendario judío, hoy se conmemoran 57 años de aquel día en el cual Sandy Koufax, avisó que no podría lanzar en el primer juego de la Serie Mundial de 1965, pues debía cumplir con el deber religioso del Yom Kippur o Día del Perdón hebreo.

El nombre de Sandy Koufax ( Sanford Braun que luego cambio su apellido por Koufax ), no es sólo sinónimo de aquel zurdo capaz de superar –tres veces– la barrera del trío de centenas en los departamentos de ponches e innings lanzados, y que dirigió a su equipo en más de 25 victorias en sus dos últimas campañas, al tiempo que sufría de una fuerte artritis que al final, lo obligó a dar un paso al costado, cuando apenas tenía 31 años.

El neoyorquino también se ganó el respeto de muchos, cuando el 6 de octubre de 1965, le avisó a su mánager, Walter Alston, que no cumpliría con el llamado de subir al montículo del juego inicial de la Serie Mundial, de ese año, porque debía conmemorar la festividad del Yom Kippur o Día del Arrepentimiento hebreo.

“Koufax era el lanzador número uno de los Dodgers, y poco antes de que culminara la temporada regular, había manifestado su postura sobre ser el abridor para el juego inicial de esa Serie Mundial”, explicó el periodista venezolano Juan Vené. “Los medios se encargaron de explicar la importancia que, para los judíos, posee este día”.

“Fue un gran acto de valentía por parte de Koufax, de abstenerse a lanzar en aquella época, cuando muchos preferían satanizar este tipo de situaciones”, opinó el rabino norteamericano Lee Bycel en un semanario judío. “Su decisión sirvió para que muchas personas entendieran que Estados Unidos es un país en donde convergen diferentes creencias y prácticas religiosas”.

Este día representa el máximo rito sagrado de la religión judía. Durante esta fecha, se debe realizar un ayuno absoluto que inicia con el ocaso del noveno día del primer mes del año hebreo, y termina con el atardecer del día siguiente. La importancia de este día es tal que, sirve exclusivamente para la reflexión, oración y descanso.

“Al día siguiente, cuando Koufax apareció en el Metropolitan Stadium de Minneapolis ( jugando frente a Minnesota Twins ), para abrir el segundo juego de esa Serie Mundial, y fue a consumir su primer turno al bate, recibió una inmensa ovación por parte del público presente”, recordó Vené. “Hay que destacar que aquel día jugaban de visitantes”.

Este acto de respeto sirvió para orientar a muchos jóvenes judíos, quienes amenazados por el estigma que existía sobre ellos en aquella época, habían perdido, quizás, el valor de defender sus creencias. Entonces ese día, seis de octubre, y sin ninguna intención de ejercer ese rol, Sandy Koufax sirvió de inspiración para un grupo importante de ellos.

También guió a sus Dodgers a la corona de la Serie Mundial, con sendos blanqueos en los juegos cinco y siete, demostrándose una vez más lo importante que es para cualquier ser humano, respetar y defender los principios y valores inherentes a sus orígenes, cualesquiera que estos sean y, con tesón, utilizarlos como fuente de inspiración para la obtención de sus objetivos.

Jugó solo 11 temporadas ( Del 1955 hasta 1966 ) e ingresó al Hall de la Fama en el año 1972, con 36 años de edad, siendo hasta hoy en día, el jugador más joven en hacerlo en el beisbol de las Grandes Ligas.

Para quienes seguimos el deporte, Sandy Koufax es un verdadero influyente demostrando que la disciplina, constancia y responsabilidad, puede llevarte a alcanzar el recinto mas preciado del Beisbol; pero sobre todas las cosas, que el cumplir con una creencia religiosa no trunca de ninguna forma, poder alcanzar las metas que así te propongas.

Que seamos inscritos en el Libro de la Vida. Gmar Jatimá Tová

Fuente: https://www.larepublica.net/noticia/la-gran-leccion-del-beisbolista-sandy-koufax-en-yom-kippur