Esta fue la última carta de Mordejai Anielewicz, que encabezó el levantamiento del ghetto de Varsovia

Mordejai (derecha, arriba) con compañeros del movimiento juvenil Hashomer Hatzair

por Semanario Hebreo Jai / Publicado el 19 de Abril de 2021 a las 13:22

 Murió muy joven, pero Mordejai Anielewicz nunca se fue del todo. Quedó perpetuado en la memoria del pueblo judío como comandante del levantamiento del ghetto de Varsovia.

Así resume su biografía el Dr. Efraim Zadoff en la Enciclopedia del Holocausto. 

Nacido en Varsovia, Mordejái Anielewicz (se pronuncia Anilevich) llegó aún muy joven a ser dirigente del movimiento juvenil sionista socialista Hashomer Hatzaír. Cuando comenzó la guerra, Mordejái Anielewicz huyó de Varsovia hacia Vilna, en la Polonia oriental ocupada por la Unión Soviética. Trató de hallar una ruta de escape a la tierra de Israel (Palestina), pero fue capturado por los soviéticos. Después de ser liberado, Mordejái Anielewicz lideró una acción para enviar a un grupo de regreso a Polonia y así continuar con las actividades clandestinas del movimiento bajo la ocupación alemana, y se ofreció como uno de los primeros voluntarios. Colaboró en la publicación de un periódico clandestino y organizó reuniones y seminarios. También realizó viajes clandestinos fuera de Varsovia para visitar a compañeros del movimiento juvenil en otros guetos.

En junio de 1941, tras saber que se estaban perpetrando asesinatos en masa de judíos, Mordejái Anielewicz formó una organización de autodefensa en el gueto de Varsovia. En el verano de 1942, los alemanes deportaron a 300.000 judíos del gueto, en el que quedaron 60.000 personas. Al comprobar que la Organización Judía Combatiente (Żydowska Organizacja Bojowa, ZOB) era muy débil, Mordejái Anielewicz la reorganizó. La mayoría de los otros grupos clandestinos judíos se fusionaron con la ZOB, y en noviembre de 1942 Mordejái Anielewicz se transformó en su comandante.

El 18 de enero de 1943, los alemanes sorprendieron a los judíos con una segunda deportación. La ZOB se lanzó a la lucha callejera, comandada por Mordejái Anielewicz. Cuatro día después, los alemanes detuvieron las deportaciones. Los judíos interpretaron esto como una victoria de la «resistencia judía». Durante los siguientes tres meses, Mordejái Anielewicz dirigió en la intensiva preparación de la ZOB para la siguiente etapa de combate.

La deportación final de los judíos de la ciudad comenzó el 19 de abril de 1943. Fue la señal para que la resistencia comandada por Mordejái Anielewicz se lanzara a la rebelión conocida como «Levantamiento del Gueto de Varsovia». Después de un duro combate, Mordejái Anielewicz y muchos de sus combatientes se refugiaron en su búnker en la calle Mila 18. A pesar de que era consciente que se acercaba el fin, Mordejái Anielewicz escribió: «El sueño de mi vida se ha hecho realidad. He vivido para presenciar la resistencia judía en el gueto, en toda su grandeza y gloria». El búnker cayó el 8 de mayo. La mayoría de los miembros de la ZOB, entre ellos Mordejái Anielewicz, murieron en combate.

(Zadoff, Efraim (Ed.), SHOA – Enciclopedia del Holocausto, Yad Vashem y E.D.Z. Nativ Ediciones, Jerusalén 2004. Basado en: Rozett, Robert & Shmuel Spector (Ed.), Encyclopedia of the Holocaust, Yad Vashem and Facts On File, Inc., Jerusalem Publishing House Ltd, 2000) 

Esta fue la última carta escrita por Mordejai

“Ahora es evidente que todo lo sucedido es mucho más grave de lo que anticipáramos. Hicimos lo imposible para hacer frente a los alemanes. Pero nuestras fuerzas se agotan. Estamos en el umbral del olvido. Dos veces obligamos a los alemanes a replegarse, pero han vuelto con más efectivos.

Uno de nuestros grupos resistió minutos; otro peleó durante seis horas. La mina que plantamos en la zona de la fábrica de cepillos explotó. Luego atacamos a los alemanes y les infligimos ciertas pérdidas, mientras que las nuestras fueron reducidas. También esto es un logro. Caí junto a esta ametralladora. Siento que nos hemos atrevido a hacer cosas importantes, de enorme valor. …

…No puedo describirles las condiciones en que viven ahora los judíos del Ghetto. No es posible que más que un puñado resista semejantes condiciones.

El resto morirá, tarde o temprano. Su destino ha quedado sellado. Porque aunque hay millares escondidos en recovecos y ratoneras, no hay en esos lugares aire suficiente ni para encender una vela. Ustedes, que están afuera, considérense benditos. Quizás logremos ser testigos de otro milagro.

Pero es sumamente dudoso. La última aspiración de mi vida se ha cumplido. La resistencia armada judía es un hecho. La autodefensa judía y la venganza judía son una realidad. Soy feliz y estoy satisfecho de haber sido uno de los primeros combatientes del Ghetto. ¿De dónde vendrá la salvación?”

(Anilevich fue asesinado el 8 de mayo de 1943) 

Fuente: https://www.semanariohebreojai.com/articulo/4281