Estos árabes sintieron sin intermediarios la calidez israelí

Un bahreini frente al Kotel (Foto: Twitter de Sharaka)

por Ana Jerozolimski / Publicado el 10 de Octubre de 2021 a las 13:59

Mohamad al-Shaer de Bahrein, en una singular vivencia al visitar el Muro de los Lamentos (Foto: Sharaka)

Desde hace unos días se encuentra en Israel una delegación de Bahrein invitada como parte de la actividad de Sharaka  , una ong israelo-emiratí-bahreini creada a partir de los Acuerdos de Abraham, para dar a los documentos formales entre los países un contenido directo y auténtico de relaciones entre los propios pueblos. Participantes en distintas iniciativas en los tres países organizan visitas de emiratíes y bahreiníes a Israel y de israelíes de las distintas confesiones-judíos, musulmanes, drusos y cristianos- al Golfo.

Se trata de una delegación de figuras consideradas muy influyentes en su país, que llegó a Israel por ocho días , con un programa que incluye visitas a puntos clave como lugares sagrados para las distintas religiones, el Museo Recordatorio del Holocausto Yad Vashem, encuentros con funcionarios oficiales israelíes, pero también recorridas por el mercado Majane Yehuda y por las calles de distintas ciudades, para poder ver de cerca la realidad.

En Yad Vashem
La delegación, en Yad Vashem (Foto: Josh Hasten)

En las redes sociales, varios de ellos han comentado admirados sobre la calidez con que la gente los recibe, el interés que despiertan cuando se les identifica por su vestimenta y el abrazo, casi literalmente, con que se les ha dado la bienvenida.

Especialmente simbólica fue la visita al Muro de los Lamentos, el santuario más sagrado del pueblo judío. Así lo describió el periodista Josh Hasten en una nota publicada en JNS.

“Un hombre acercó una silla de plástico a tan solo unos pocos metros del Muro de los Lamentos en la Ciudad Vieja de Jerusalem el miércoles y se sentó al sol del mediodía. Al igual que los cientos de judíos a su alrededor, cerró sus ojos y comenzó a rezar.

Pero a diferencia de los hombres ultraortodoxos judíos a sus costados, vestidos con trajes negros y camisas blancas, el hombre llevaba una túnica blanca inmaculada que llegaba hasta sus sandalias, y una kefía roja y blanca sobre su cabeza y sus hombros.

Mohammed Saleh, un funcionario en el Ministerio de Educación de Bahrein, se puso de pie, se inclinó y volvió a sentarse cumpiendo con su liturgia musulmana. Algunos de los hombres a su alrededor ignoraron completamente a escena poco común, concentrados en sus propias plegarias. Otros, más que nada jóvenes haredim (ultraortodoxos) lo miraban con una mezcla de curiosidad y asombro, y aquellos que tenían teléfonos celulares tomaron fotos”.

La presencia de los bahreiníes en el lugar, en la Ciudad Vieja y los distintos lugares recorridos en general, despertó gran interés de los israelíes,muchos de los cuales pidieron sacarse fotos con los visitantes. Parece no haber habido dudas para abrazarse y crear gran cercanía.

Por otro lado, recibieron insultos de algunos árabes en callejuelas de la Ciudad Vieja, motivados por la oposición palestina a la normalización de relaciones con Israel. “No prestamos atención a los mensajes de odio”, comentaron los miembros de la delegación.

Y a su paso, una y otra vez, oían gritos de israelíes que les daban la bienvenida al país. “Nos sentimos en casa”, comentaron con placer.

Ana Jerozolimski
(10 Octubre 2021 , 13:59)

Fuente: https://www.semanariohebreojai.com/articulo/4949